La desnutrición crónica en Guatemala alcanza el 49.8% de la niñez, la tasa más alta en Latinoamérica. Como problema histórico, muchas iniciativas y proyectos han tratado de darle solución temporal a esta problemática, pero ninguno ha sido efectivo para reducir los números. "Comiendo sano, creciendo sano" nace como un proyecto de empoderamiento, que más allá de darle una solución transitoria y temporal al problema, busca combatir con la desnutrición desde la raíz: la alimentación en casa. A través de un programa de intervención comunitaria rural con pertinencia cultural, se busca capacitar y empoderar a las familias rurales para formar dietas nutritivas asequibles y aceptables para su contexto y cultura. Además, se busca alcanzar la mejor nutrición durante la ventana de los 1000 días de vida, período clave para el desarrollo de los niños. La desnutrición no puede acabar con intervenciones a corto plazo, sino con intervenciones longitudinales.